Diciembre es esa época donde uno hace balance de los sucesos del año para, con esa información fresca, mirar hacía el futuro y planificar nuevos objetivos, deseos y esperanzas. Pero, si vivís en la Argentina, Diciembre significa calor intenso, humedad del ciento por ciento, poca paciencia, inflación, cortes de luz y manifestaciones en la plaza del Congreso y, por supuesto, este 2023 no iba a ser la excepción. Aunque es cierto que ni el más poderoso oráculo, o la más lúgubre cuenta matemática de la psicohistoria, podía prever los acontecimientos que se están desarrollando en el territorio argentino, que pintan más retorcidos y sinsentido que la quinta temporada de Stranger Things y, al igual que los protagonistas de esta serie, todos desearíamos estar haciendo otra cosa.
Pero como la línea de tiempo que nos tocó es esta y no queda otra, los invito (con la voz de Jeffrey Wright en el papel de Uatu, The Watcher) a mirar hacía atrás con los tripulantes de La Nave a los estrenos, y no tanto, del año que nos deja para refugiarnos un poco en las cosas que nos hicieron bien un ratito. Quizás compartas opinión, quizás descubras alguna peli o serie que se te escapó y puedas distraerte un rato. Lo importante es que seguimos acá y en La Nave hay lugar para todos.
BITÁCORA DE TAI:
¡Allons-y viajeros en el tiempo! Estadística es mi segundo nombre y este año letterboxd me contó 340!! -Pero si el año pasado fueron 370! - Sí, pero este año incluye algunas series. Sin tanto rodeo me voy a limitar a compartirles algunas cositas que me llenaron el alma y si no lo vieron deberían:
Nimona (Netflix) - Un caballero gay es acusado de asesinar a la reina y para demostrar su inocencia debe aliarse con un monstruo: una adolescente que se transforma constantemente y solo quiere ver al reino arder. Esta película nace de la mente creativa de ND Stevenson (She-Ra), basado en su webcomic de tumblr que después fue publicado como historieta y finalmente adaptado por Annapurna Pictures con estreno en Netflix. Es una historia de ciencia ficción fantástica ambientada en un mundo medieval moderno y punk, que nos obliga a reflexionar sobre prejuicios entre héroes y villanos o monstruos. Construye su historia alrededor de la identidad de sus personajes y el lugar que ocupan en ese mundo, una gran alegoría sobre lo queer y el género fluido, así como su autorx lo es. Es quizás la mejor película animada del año y juega la pulseada con Across the Spiderverse, que no tiene lugar en este newsletter sólo porque pueden escuchar nuestro podcast al respecto por acá. Nimona es todo lo que está bien en este universo, y si quieren entrar en el mundo de ND Stevenson les recomiendo suscribirse a su newsletter donde hace dibujitos y reflexiona sobre género, salud mental y envejecer.
Past Lives (A24) - Hay una palabra en coreano ‘In-Yun’ que significa “providencia” o “destino”, pero es específicamente sobre relaciones entre personas. Es ‘In-Yun’ si dos extraños se cruzan en la calle y sus ropas se rozan accidentalmente. Porque significa que debe haber habido algo entre ellos en sus vidas pasadas. Si dos personas se casan, se dice que hubo 8000 capas de In-Yun durante 8000 vidas.
No sé cómo explicar lo que me ha generado esta película, pero eso pasa con muy pocas, por eso escaló a mi top de la vida en un instante. A la vez me recuerda a un libro que era una antología de relatos coreanos contemporáneos, Laberintos de Neón, y me genera la misma sensación que cuando lo leía, hay algo en el ritmo de su narrativa muy particular, de su cotidiano.
Ahsoka (Disney+) - El universo de Star Wars es infinito y como ferviente fan no puedo dejar pasar esta joya, porque Ahsoka es mi personaje favorito de todo su universo, como para muchxs fanaticxs. La jedi definitiva que nació desde el vamos en críticas y polémica ¿No era que Anakin no podía tener padawan? Así y todo se ganó el corazón de todxs por su extenso desarrollo en las series animadas y esto se lo debemos al gran Dave Filoni, actual director creativo de Lucas Film. Algunos creen que esta serie debería funcionar aún si no viste el desarrollo de su personaje previo, yo creo que no vas a llegar a amarla sin pasar por ese proceso. Por otro lado, si queres zambullirte en Star Wars siempre es recomendable arrancar con las películas en orden de estreno. No voy a entrar en detalle porque les tengo una ✨primicia✨ solo para quienes lean este newsletter: tendremos una habitación exclusiva en La Nave donde gritaremos todo lo que se venga de Star Wars, y de a poco haremos recap de lo existente.
Scavengers Reign (HBO MAX) - Estamos frente a la mejor serie animada de ciencia ficción del año, así como escuchastes. Fue creada por Joseph Bennett y Charles Huettner, y producida por Titmouse, Inc. (Vox Machina - Midnight Gospel), cuenta con 12 episodios y está basada en un corto previo del 2016 que pueden ver por acá. La serie sigue a los supervivientes de la nave de carga interestelar Demeter 227, que están varados en Vesta, un planeta alienígena repleto de flora y fauna pero lleno de peligros. Los supervivientes comienzan separados en tres grupos: Azi y su compañero robot Levi, Sam y Úrsula, y Kamen. Sus caminos convergen hacia la Deméter, que se estrelló. Es una serie que a mí me trajo mucha paz, los diseños y la animación son preciosos, pero a otros tripulantes de esta nave los hizo mal flashear👀
Mi última recomendación no corresponde tanto a este año, sino que es un deseo para el 2024: Doctor Who. Se viene el reboot con Ncuti Gatwa como el increíble timelord y su companion, Millie Gibson. Corresponde a un universo también un poco inabarcable que ya tiene 60 años, muchos de nosotros arrancamos el viaje en la TARDIS en 2005 con lo que se denomina la serie moderna y la novena encarnación del Doctor. Ahora tienen la posibilidad de sumarse con el último especial navideño The Church on Ruby Road, ya disponible en Disney+. Para lxs valientes pueden sumergirse en todo lo anterior mientras exista la página oficial de Doctor Who Argentina, solo hay que registrarse y no está de más donar a la causa para mantener el sitio online y volverse un verdadero whovian.
BITÁCORA DE SANTI:
Buenas buenas mis estresades y fingidorxs de demencia seriales, les traigo amorrrrr. OK, ahora en serio, fue un año lleno de todas las emociones que un ser humano argentino (si, vale ese detalle) puede sentir y más y, como siempre, para quienes amamos el séptimo arte y todo el mundillo que lo atraviesa, el 2023 tuvo algunos estrenos que pasarán a ser parte de los recuerdos de muches, ya que decir A LA HISTORIA ¿es un montón no? Bueno en fin, como me gusta hablar de los estrenos obvios (Sé que alguno de mis compañeros me va a tirar un palo por eso), les dejo las dos películas que más me gustaron, desde la idea hasta todo lo técnico y de guión, enjoy!
Barbie (Warner Bros. Pictures / HBO Max)
Sin duda un live action de la muñeca más famosa de la historia iba a ser un estreno que no pasaría desapercibido, y mucho menos pensar que no iba a levantar todas las polémicas desde las alabanzas más progresistas hasta las críticas más rancias y prejuiciosas que podes encontrar en una peluquería de barrio entre señoras generación 1985. Whatever a todo esto, Greta Gerwig se le animó a un guión que problematiza mucho de aquello que está arraigado y muy normalizado del género femenino, cuestiones como la infancia, la feminidad, los roles de género en el mundo laboral, vincular y afectivo. Y a su vez, dirige sosteniendo un sentido cómico, suspicaz, y hasta intelectualmente desafiante para muchxs que fueron a las salas esperando ver “la peli de la muñeca”.
La historia parte desde el punto de vista de Barbie (o sea todas eran barbies), pero Margot Robbie era “la estereotipada”, la rubia perfecta que estaba siempre pero que no hacía algo más, a comparar con las otras que desempeñaban todos los oficios y profesiones en una sociedad matriarcal. Cuando nuestra protagonista cae en la cuenta de ello, su mundo se derrumba, se “humaniza” y decide partir hacia el mundo humano para encontrar la verdadera felicidad, simplemente saber quién era. Estará acompañada principalmente por Ken, esterilizado por Ryan Gosling, quien tendrá un arco importante en la película, ya que también irá al mundo humano, lugar donde descubre el poder del patriarcado y su capacidad de imponerlo. No pienso contarles más porque capaz no la vieron, pero la historia como tal es entretenida, te reís y hasta te emocionas en partes.
De igual forma, merece un breve recuento o valoración la apuesta que llevó adelante todo el cast y su directora para proponer una película que se avizoraba con una masividad importante, y que finalmente lo superó, ya sea de la mano del fenómeno “Barbenheimer” o también de toda la manija rosada y muy generación noventosa que la fue a ver. Ante esa llegada que se había predicho que tendría, el guion estuvo atento a dejar mensajes claros, no bajando línea feminista tipo manifiesto, ni mucho menos promoviendo el odio a los hombres, sino lo contrario, se atreve a representar en los distintos personajes a las millones de niñas, jóvenes y mujeres que habitan las sociedades, sus subjetividades forjadas por la desigualdad, la violencia o los prejuicios, pero también por la sororidad, el empoderamiento y el amor. Por último, no puedo olvidarme de los detalles, el laburo técnico, musical, publicitario y hasta referencial que hay en toda la película es hermoso de ver, cositas simples pero hicieron gritar a muchas salas y le dan ese toque necesario para que nadie la olvide fácilmente. Véanla, y con algo rosa porfa (?
Cuando acecha la maldad (Machaco Films / Aramos cine / Shudder)
Démian Rugna, director argentino del cine de terror ( más conocido por Aterrados) nos trajo la sorpresa del año, al menos para lxs que esperábamos algo que nos hiciera huir del contexto electoral y apocalíptico de la segunda mitad del año y meternos a un cine a disfrutar de algo, lo que sea. Bueno, logró eso y más, y no solo porqué resultó ganadora a Mejor Película en el festival de Sitges, el cual premia a lo best de lo best del cine fantástico, sino porque está bien hecha y es puro cine nacional, grabada en estas tierras y con actores locales, sabrán perdonarme pero no me van a sacar ese orgullo por lo nuestro ni a palazos de protocolo. No es perfecta, pero hay pasión puesta en hacer algo interesante y original.
Bueno les cuento, la historia se centra en un pequeño pueblo rural donde unos hermanos descubren que un demonio, cuyo portador lo conocen como “El Embichado” está a punto de nacer entre ellos, y en un intento de evitarlo, el mal se expande cuerpo a cuerpo, como una peste invisible y aunque Intentan escapar desesperadamente, todo parece ser demasiado tarde.
La película, siendo sincero, es visualmente perturbadora, repulsiva y hasta te deja medix sugestionadx cuando terminas de verla, y esto es porque la producción está pensada para que todos los recursos te interpelen, y allí rescato el componente de familiaridad que está puesto en el guión. Todos los escenarios, las discusiones, las creencias y relatos, e incluso la mitología “anti maldad” que se inventaron suena y se ve como argentino y eso te hace que las escenas transcurran desde el AYY SE PARECE A MI PUEBLO ESOOO, y al cabo de dos segundos AY POR FAVOR QUE HACEEEE, sí, yo la viví así y por eso la disfruté mucho.
Por supuesto podría hablarles del laburo de arte, de sonido y vfx que tiene, o incluso como explora otros subgéneros del terror a través de lo grotesco, el gore y lo visceral, pero me quedo con recomendarla como una peli inteligente, que rescata la historia más oscura que te podría contar un primo del interior y te deja dos horas maquinando una maldad casi pandémica que podría tenerla el devorador compulsivo de pochoclos que tenes al lado. Véanla, y defiendan el cine nacional.
BITÁCORA DE LAUTA:
¡Hola gente de Internet!
Tengo memoria de corto plazo así que además de los estrenos obvios como Barbie, no logro recordar específicamente algo del primer semestre del 2023, pero como no hay mal que por bien no venga: acá les dejo las últimas dos series que vi y me gustaron bastante.
La Mesías (Movistar +)
Javier Ambrossi y Javier Calvo, mejor conocidos como “Los Javis”, siguen tirando manteca al techo y dejándonos con la boca abierta en cada nueva producción, demostrando que pueden hacernos reír, llorar y, ahora, asustarnos. La versatilidad de estos dos realizadores a la hora de contar una historia y jugar con los géneros, literal y figurativamente, no deja de sorprenderme. Si pensamos en “Paquita Salas” o “Veneno”, podemos notar el compromiso a la hora de construir personajes y las reglas particulares del mundo en el que habitan, casi siempre atravesados por elementos del showbiz o de la relación de los medios de comunicación y el espectáculo, cierta pregunta alrededor de la fama y el éxito.
La Mesías es un drama familiar apocalíptico, si es que me toca definirlo de alguna manera, la historia de una familia contada a través del tiempo, un tiempo convulso que va y viene entre presente y pasado, como las cicatrices de los traumas no sanados. La serie se anima a la ciencia ficción sin soltar nunca el peso del drama: una madre joven expuesta a condiciones extremas termina dejándose atrapar por un hombre que la recluye, un hijo ya adulto reconstruye los abusos sufridos en su infancia a partir de un rapto alienígena, un culto de hermanas cantoras vaticinan el fin del mundo. Cada episodio aporta una pieza clave a desenredar los misterios y secretos de una familia, pero no siempre se está preparado para la verdad y, al igual que cualquier familia, la serie toma giros, alianzas y traiciones tan inesperadas como posibles.
Con un cuidado laburo técnico en cada área, desde la fotografía hasta la composición sonora, la serie atraviesa años y escenarios muy distintos, o transformados por los mismos personajes (que también van creciendo junto con la historia), animandosé incluso a sumar referencias y guiños a materiales de la cultura popular de las últimas décadas, tanto en la composición de cuadros o tomas como en recursos narrativos. Además de tener una referencia más obvia a las Flos Mariae, un conjunto español de música cristiana conformado por siete hermanas devotas de la Virgen Maria, también me recordó en algo a la historia verídica de Amy Carlson, también llamada Mother God, y autoproclamada creadora del universo. Oriunda de Texas, la vida de Amy da un vuelco cuando descubre que tiene contacto directo con un dios que la nombra su emisaria en la Tierra, ni lenta ni perezosa comienza a expandir su mensaje en las redes sociales hasta lograr un número de adeptos que forman una comunidad, o culto, bajo el nombre de “Love Has Won”, que obtenían su sabiduría de un panel de figuras fallecidas, que llamaban los galácticos, y aconsejaban a Amy. El presidente de este panel era el actor Robin Williams, pero también incluía otras estrellas como Carrie Fisher y hasta Donald Trump, aunque este último sigue vivo hasta la fecha. Predicando la medicina a partir de energía positiva, vaticinando el fin del mundo y nombrando ángeles en la Tierra a sus discípulos más allegados, este grupo, con Amy a la cabeza, causó cierto revuelo tras su fallecimiento porque se quedaron más de 12 días con su cadáver momificado convencidos de que iba a resucitar e ignorando varias leyes federales. En fin, esta parte es solo una idea mía (ya saben como me ponen los cultos), pero si quieren saber más pueden ver el documental de HBO Max “Love Has Won: The Cult of Mother God”
Fellow Travelers (Paramount + / Showtime)
Quienes me conocen saben que nunca juzgo un libro por su portada y que nunca leo las sinopsis de las series antes de verlas, y esta vez no fue la excepción. También es de público conocimiento mi fascinación por la Ciencia Ficción (dicho literalmente desde La Nave), así que por algunas imágenes y clips que había visto me imaginé que la serie presentaba una suerte de historia de viajes en el tiempo pero con Matt Bomer y Jonathan Bailey como la pareja protagonista, algo al estilo Dr. Who (que igual tampoco vi). Estaba equivocado, al menos en la Ciencia Ficción, porque Fellow Travelers sí propone un viaje por la vida de los protagonistas, desde 1950 hasta los años 80 vamos a conocer las aventuras y miserias de Hawkins Fuller y Tim “Skippy” Laughlin. Desde un Washington en plena ebullición Macarthista donde la investigación sobre posibles subversivos comunistas dentro de las propias filas del estado llevan a la persecución de las identidades queer (¿te suena familiar? JA), dos hombres se encuentran y después de una noche de sexo apasionado, se enamoran y son felices para siempre… Si, claro. En realidad pasa todo lo contrario porque apoyado por el contexto político y social el personaje de Hawks vive una vida “heterosexual” en pos de proteger una carrera política en ascenso, relegando su placer a encuentros furtivos donde él tiene el control total de la situación, procurando siempre mantener su anonimato al no involucrarse demasiado con sus amantes. Lo que sucede cuando conoce a Tim es un desvío de esas circunstancias tanto como es un problema, esta historia habla más sobre los desencuentros dentro de una comunidad todavía inexistente, de la pasión como una fuerza arrolladora, del deber ser y del duelo.
Si bien es cierto que la serie no termina de lograr la fluidez en los pasajes temporales, acierta en la construcción de los vínculos entre personajes sostenidos por actuaciones sólidas y también frescas, además de la pareja protagonista vale destacar el laburo de Allison Williams en el papel de la esposa de Hawks (si, se casó el muy forro ¿pueden creer?). Lo interesante es también el contexto historico de cada década abarcada por la serie, la rosca política y lo que significa para cada personaje pone en relieve las luchas colectivas y los objetivos personales, sin caer en la simpleza de “lo que está bien y lo que está mal”. La serie plantea situaciones de contradicción frente a lo que cada uno considera vivir o sobrevivir. Por supuesto se mete de lleno en la crisis del SIDA de los años 80, siendo quizás lo más llamativo la destreza para no caer en lugares tan comunes sin dejar de abrazar la responsabilidad de contar las historias de una de las épocas más vulnerables de la comunidad lgbtiq+. El personaje de Bailey es quien toma completamente la tarea de defender una lucha, tanto interna como externa, para sostener la entereza de sus convicciones sin perder jamás la ternura.
Esta serie de ocho episodios me sorprendió gratamente (aunque no había una máquina del tiempo), logra un relato atrapante, sólido y desprejuiciado. Las escenas sexuales están muy logradas, el clima de erotismo incluso en la clandestinidad está presente todo el tiempo haciendo foco en el peligro que significaba reivindicarse por fuera del status cis-heterosexual, y mucho antes de que la palabra orgullo tuviera el peso y la historia que tiene hoy en día. Vale aclarar que su material de origen es la novela del mismo nombre de Thomas Mallon, que no leí todavía. En fin, una gran serie para reflexionar y excitarse por igual.